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2/11/11

Feria de Otoño 2011. "Fueron a por todas y salieron en triunfo".

Tauromaquia.Picasso

 El torero como héroe. En este tercer festejo de la feria de Otoño anunciaron mano a mano a las dos grandes revelaciones de la temporada. Iván Fandiño y David Mora. Sus triunfos en Madrid les abrieron las puertas de la ferias donde han hecho un gran papel.. Ayer, de nuevo, en el ruedo candente de las Ventas del Espíritu Santo.
El público que llenó la plaza les recibió con una cerrada ovación al romper el paseíllo. En los corrales esperaba una encerrona de Gavira.
Fandiño y Mora vinieron a por todas, a jugarse la vida, desde el primer minuto al segundo final y salieron en triunfo. ¡Superaron con creces la encerrona! Y Madrid los despidió con otra atronadora, ovación. Mora y Fandiño ya cuentan. No perdonaron un quite, se arrimaron como fieras. Sufrieron volteretas espeluznantes. Nos pusieron los vellos de punta, la carne de gallina. La emoción de la Fiesta en su máxima expresión. La más pura. La más salvaje.
Y también hubo toreo. Mucho toreo. El primer Gavira, claudicante, fue devuelto a los corrales. El sobrero de Lozano, cinqueño, listo, vendió caras sus embestidas. Muy bien Fandiño en los lances de recibo, mejor en el quite por chicuelinas y en una media ajustada a la cadera. El torero vizcaíno, de Orduña, de origen gallego, hizo una faena templada y valiente. Un pundonor fuera de lo común para exprimir las, ásperas y escasas, embestidas del morlaco. Acabó de una gran estocada, de libro.

El tercero de Gavira, manso cinqueño y resabiado, solo permitió a Fandiño exhibir de nuevo su valor a prueba de bomba. La gallardía de torero macho que no vuelve la cara.
El quinto fue un cinqueño de 626 kilos en la balanza. Al menos se dejó en la muleta. Iván Fandiño lo entendió a la perfección. Administró alturas, tiempos y distancias. Faena de gran calidad por el temple, el sentimiento, el desgarro. También de gran mérito técnico. Se tiró a matar o morir. El torazo cayó muerto y el torero, inerte en la arena, tras la tremenda voltereta que le propinó el toro en su estertor. Se levanto Fandiño milagrosamente ileso. Una oreja y clamorosa vuelta al ruedo.
David Mora recibió al segundo –cinqueño- a portagayola. Para, ya de pie, recitar una serie de verónicas planas de temple, hondura, belleza. Con la muleta, a un toro rajado, lo toreó estupendamente al natural, que lógicamente fueron de uno en uno. En el cuarto, el torero de Móstoles, nada pudo hacer ante una mole fofa de carne.
Mora en el sexto volvió a lucir con el capote. Aires de gran capotero, de adelantar las bambas, bajar las manos y romperse la cintura. El toro en la muleta no tuvo un pase. Un pregonao. Mora, valentísimo, intentó sin logro robar algún pase del galafate. Una gran estocada y triunfal vuelta al ruedo.
Una tarde para el recuerdo. Una bella y emotiva tarde de toros, mejor dicho, de toreros. Con mayúsculas.

Ficha: Plaza de Toros de Las Ventas. Madrid. Sábado 1 de Octubre. Corrida de Toros. Lleno. Se lidiaron toros de Gavira, descastados, sacaron peligro. Primero sobrero de Lozano Hermanos, manso y difícil en la muleta.
Cartel:
            Iván Fandiño. Ovación. Silencio. Oreja.
           David Mora. Silencio. Silencio. Vuelta al ruedo.
           Actuaron mano a mano.

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