¿ Es el toreo un deporte brutal ?.Si.¿ Y cómo puedes
disfrutar del toreo si lo
consideras un deporte brutal ?
Comencemos. El interés por el toreo nace con la infancia y
es una metáfora de la vida. Como bien
dice el filósofo Victor Gómez Pin:”la escuela más sobria de vida”.
Un torero , como también un boxeador, “ es “ su cuerpo y
debe estar totalmente identificado con él. El torero uncido a su cuerpo y
también al alma. Se torea como se es. Con cuerpo y alma. Así cuando surge el
arte en cada lance se te va la vida.
Cada corrida de toros, cada faena es una historia, un drama
único e irrepetible, incluso cuando no ocurre nada. El torero sabe, como pocos,
el poder físico y psíquico que poseen.
Hay toreros poseídos de una intuición extraordinaria,
misteriosa, inquietante. Son aquellos
que conocen el misterio y lo dicen. Esos toreros que nos han conmovido
hasta las lágrimas. Toreros como los Gallo, José y Rafael, los Gitanillos de
Triana, Francisco y Rafael, Cagancho, Curro Romero y Rafael de Paula. Y
añadamos a Pepe Luis Vázquez, a Curro Vázquez y a los tres Antonios:
Bienvenida, Ordoñez y Chenel “ Antoñete”.
En estos tiempos con tantos toreros que actúan con destreza,
de diestros habilidosos pero mecánicos,
ajenos a cualquier improvisación, sin respuesta al - o a los- cambios del toro.
Sin talento, siquiera para atisbar el ánimo del público. Ante esta plaga de
estilo, quiero contemplar la cordura puesta del revés: la locura.
Locura revelada como la forma más elevada de la cordura. Pongamos que hablo de José Antonio
Morante Camacho, ”Morante de la Puebla”, que hablo del toreo.
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